La búsqueda de DIOS por el hombre.
Espero disfrutes estas líneas
seguro te serán útiles para tu vida, ya las estudiamos o las vimos en las aulas
de clase desde el nivel de secundaria hasta nivel licenciatura, pero vale la
pena recordarlas para saber que…DIOS ESTA PRESENTE, DIOS EXISTE, si no crees te
tengo una noticia quédate así, y, si tienes un poco de inquietud busca… lo
encontraras, y la otra noticia, puedes cambiar de opinión, nadie se burlará
de ti por esta sencilla y humilde decisión que tomes.
¿Qué representa la filosofía en la historia del pensamiento humano?
¿Qué cosa es substancialmente la filosofía en la diversidad de
sistemas, escuelas, definiciones y doctrinas, que, a primera vista, producen la
mayor confusión mental y parecen proclamar la impotencia de la razón y la
desconsoladora esterilidad de sus lucubraciones?
Hay dese luego, un hecho inconvertible: LA HUMANIDAD NO PUEDE VIVIR
SIN FILOSOFAR.
Pero en esta búsqueda de la verdad tan apasionada, tan dramática, no
sólo está interesada la razón, lo está el ser humano en su integridad espiritual.
La filosofía, en una palabra, no es sino uno de tantos expedientes puestos en
juego, para satisfacer la sed de infinito el afán nunca satisfecho de alcanzar
lo absoluto. El infinito es el acicate de las grandes inteligencias, que no
pueden limitar sus aspiraciones al mundo relativo, ni una vida vulgar plena de
goces inferiores. ¿Qué hacer entonces? Los espíritus religiosos se vuelven DIOS…,
pero hay otras almas, en las que predomina la razón y se consagran a la filosofía,
para obtener de ella lo que la religión no les concede.
Para ellos, y esto puede comprobarse en los grandes filósofos, la
filosofía no es sino sucedánea de la religión; es la religión racionalizada,
intelectualizada , hecha sistema y encarnada en doctrina, Augusto Compte era
un espíritu en verdad positivo, extraño a las inquietudes y a las torturas de
la conciencia religiosa; pero ésta le hizo una burla pesada…, creyó
erróneamente poder satisfacerse con los frutos opimos y abundantes que le
brindaban las ciencias positivas, pero grande era su error; lo que buscaba era
a Dios, y no queriendo aceptar al Dios de la religión, forjó una estéril y
desoladora quimera, la humanidad como entidad divina, la misma humanidad que en
tantas ocasiones y con tantas infamias ha demostrado su bestialidad.
Emmanuel Kant, el fundador del Criticismo (doctrina que pretende
establecer los límites de lo conocimiento cierto a través de una investigación
sistemática de las condiciones de posibilidades del pensamiento), también quiso
expulsar de modo definitivo a la metafísica dogmática del campo de las ciencias
humanas…, pero el sentimiento religioso que se agitaba en el fondo de su
corazón no se dio por satisfecho y buscando otro camino triunfó la razón pura,
que negaba a Dios, por medio de la razón práctica que lo afirma y no puede
vivir sin él…, Finalmente, es un hecho comprobado que todos los grandes
filósofos, los verdaderos filósofos han sido espíritus religiosos,
descubridores de la divinidad, a la que buscan, (en muchas ocasiones), sin
darse cuenta exacta de ello, Aristóteles que no proclamó ningún dogma
religioso, lo mismo que Descartes, que Plotino, que los estoicos y los
escolásticos, que los grandes racionalistas; encontraron al final de sus
lucubraciones a DIOS. A ÉL es quien buscaban sin tener clara conciencia de su
inquietud mental.
Cada uno de los momentos dialécticos de Aristóteles, nos llevan a
Dios, son como gradas de un templo griego que conducen al santuario de mármol
donde la divinidad está oculta. A medida que ascendemos, las palpitaciones del
infinito son mayores, y la gran verdad, la verdad increada nos llena de
regocijo, pero también de temor y humildad.
Es que Aristóteles por medio su filosofía nos toma de la mano para
ponernos a DIOS, y decirnos: esta es la última palabra de mis enseñanzas. No
busques nada encima de ella.
Autor Lic. Pedro A. Daullares de su obra Introducción a la
Filosofía.
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